Sebastián Puerta Rendón y William Flórez Barrera estuvieron cuatro días desaparecidos, después fueron hallados muertos.
La historia comenzó, según denunciaron familiares de los jóvenes, el viernes 28 de abril cuando les perdieron el rastro a ambos.
Lo último que supieron los allegados a Sebastián y a William fue que estaban en una finca, en la vereda La Peña de Guatapé, municipio turístico ubicado a unas dos horas en vehículo desde Medellín, a las 8.00 p.m.
El mismo día de la desaparición, la Policía capturó a dos adultos y a un menor de edad y un día después el CTI realizó una inspección en la que halló “que las paredes de la casa de la finca estaban recién pintadas y que los pisos fueron lavados con ACPM, al parecer para ocultar rastros de sangre en el lugar”.
Fueron capturados dos hombres al interior de lo que sería una 'casa...
Sin embargo, informó la Fiscalía, luego de usar luces forenses, el CTI pudo “detectar y recuperar 10 muestras de tejidos y fluidos que fueron enviados al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses” para determinar a quién pertenecían.
Además, en el lugar fueron incautadas “herramientas como seguetas y machetes presuntamente utilizadas para dar muerte” a los dos jóvenes.
Cuatro días después de la búsqueda, el martes 2 de mayo, los cadáveres de los dos jóvenes de 20 y 27 años, fueron hallados en el municipio de Granada (Antioquia). Uno de ellos había sido desmembrado y el otro tenía varios impactos de bala.
El doble asesinato, que tiene aterrados a los habitantes del oriente antioqueño, está rodeado de detalles que estremecerían a cualquiera.
El miércoles 3 de mayo, un día después de que los cuerpos fueran encontrados, un misterioso incendio afectó la estructura donde el CTI halló las herramientas y las armas con las que se habría cometido el doble asesinato.
Según reportó el cuerpo de bomberos del municipio, la conflagración fue reportada a las 9:00 de la noche y solo afectó la casa, porque allí no había nada. Un claro intento para destruir posibles evidencias.
Aunque el coronel Wilson Pardo, comandante de la Policía de Antioquia, desestimó ese intento: “Ya el CTI tiene las evidencias, las herramientas usadas en el crimen y las muestras de ADN y sangre que se tomaron para que se pueda condenar a los responsables”, dijo el oficial a Noticias Caracol.
Mientras se conocía esa noticia, el pasado jueves, corría el rumor de que el menor aprehendido había escapado de las autoridades. Pero el mismo Pardo negó esa afirmación.
“Ya consultamos y está en Medellín con su familia. No lo podemos retener porque la ley del menor no nos lo permite. Pero no se ha escapado”, manifestó.
Sobre la razón del doble homicidio, explicó que sus investigadores creen que las dos víctimas quedaron en medio de un enfrentamiento entre dos bandas distribuidoras de estupefacientes en ese municipio que están es disputa por las rentas que deja el microtráfico.
Así cayó la red de jíbaros de Pachelly que vendía droga a turistas en...
“Están enfrentados la banda La Piedra y una de Medellín, que depende de la Odín de San Pablo, que están peleándose el control de la venta de estupefacientes”, explicó Pardo.
De hecho, las autoridades investigan si los dos jóvenes hacían parte de alguna de estas organizaciones.
Noticias Caracol habló con Johana Rendón, tía de Sebastián, y dijo que aunque no estaba en condiciones de hablar sobre él por lo reciente del hecho, sí sabía que no estaba inmerso en grupos armados. “Su muerte tiene costernado a todo el pueblo”, dijo.
A los familiares de William no fue posible contactarlos.
¿Cuál es el botín que disputan las bandas?
Según el coronel Pardo, “una banda de estas que se dedica a la venta de estupefacientes, en un lugar turístico, donde hay hasta extranjeros, puede estar obteniendo 400, 500 hasta 600 millones de pesos semanales, un promedio de 4.000 mil millones de pesos al año”.
“Por ese dinero se dan duro estos bandidos”, recalcó.
William fue sepultado el jueves en Guatapé y Sebastián el viernes en Medellín.
Updated: mayo 08, 2017 04:41 p. m.