Asegura el propietario que, para colmo de males, Policía le dijo que recogiera las pruebas por sus propios medios.
Aprovechando la soledad de la madrugada, los delincuentes ingresaron a la fábrica ubicada en el barrio Carvajal, de la localidad de Kennedy, y se llevaron botones, cremalleras y las máquinas marca Kingter.
Estuvieron durante aproximadamente tres horas y alcanzaron a llevarse, además, herramientas y algunas de las prendas que ya habían confeccionado.
Con este millonario robo no solo se vio afectado el propietario, sino seis familias más que se dedicaban a elaborar las prendas de dotación.
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Afirman los afectados que los policías que atendieron el caso les pidieron averiguar quién habría podido cometer el robo y que, si tenían tiempo, buscaran en las cámaras de seguridad de los alrededores.