Logran detener demolición de iglesia cristiana en el barrio Laureles

Las suplicas provenían del cielo y de la tierra. Los fieles del templo cristiano Nuevo Amanecer se opusieron a la orden de un juez que obligaba a la administración municipal, en Medellín, demoler el lugar de oración de más de 800 cristianos.

“Dentro de los términos legales, nosotros cumplimos con la exigencia de la ley de tener una licencia de construcción”, explica Fredy Ochoa, representante legal de la comunidad religiosa.   

Los ruegos y los cánticos surtieron efecto. La grúa con la cual se demolería la estructura fue retirada. Las autoridades prometieron revisar el proceso judicial por medio del cual se llegó a la orden de derribo y los feligreses se declararon en cadena de oración permanente.

“Están tumbando una iglesia que está dando paz y enseñando como tener buenas relaciones, buenas familias. Y hay bares y lugares de prostitución que están dejando quietos”, dice Andrés Mc Millan, uno de los pastores de la iglesia.

De acuerdo con la Alcaldía de Medellín, la estructura, ubicada en el barrio Florida Nueva, en el occidente de Medellín, no cuenta con los permisos necesarios para albergar a tanta gente, y un auditorio, sin licencia de construcción, debe ser demolido. Por ahora, esa casa de oración permanecerá en pie.

“Encontramos desde 2007 una infracción urbanística, por la construcción de un auditorio de 500 personas sin licencia en tres predios. La construcción fue sin licencia y en este momento se han adelantado todos los términos y procedimientos para poder adelantar esta diligencia”, manifiesta Andrés Tobón, subsecretario de Gobierno de Medellín.