El espacio alberga a niños entre 2 y 5 años y beneficia a padres de familia dedicados a las ventas informales y trabajadores sexuales del centro de la ciudad.
El jardín está ubicado muy cerca a la iglesia de la Veracruz, un recocido pero también vulnerable sector del centro de la capital antioqueña.
Es el primer en su clase por quedar adentro del Museo de Antioquia, ubicado en una extensión del edificio cultural, por lo que los menores tendrán un acercamiento inicial con el arte.
Las burbujas y el mundo mágico de los juegos, permiten que 50 niños, hijos de trabajadores informales y trabajadoras sexuales del centro de Medellín, escapen a esa realidad y sean albergados en el jardín infantil, casa del encuentro.
Publicidad
“Sus hijos permanecían en las calles, lo que posibilita este jardín es que los niños estén bien cuidados”, dijo el alcalde Federico Gutiérrez al presentar el lugar.
Uno de esos casos es el de Lina y su hijo Thiago, un niño de dos años con una discapacidad cognitiva, con el que tenía que ir a trabajar todos los días desde las 7 de la mañana hasta las 7 de la noche en un parqueadero del centro de Medellín; su hijo hoy es uno de los beneficiados con el jardín infantil.
Publicidad
“Está súper feliz, al principio era el miedo a que no se adaptara bien, pero al segundo día estaba muy adaptado en cuanto a la calidad de las personas que están a su cuidado”, dijo Lina Sossa, madre beneficiada.
Son 240 metros cuadrados en los que con toda tranquilidad, papás y mamás pueden dejar sus niños para después irse a conseguir el diario para sobrevivir.
Una inversión superior a los 1.250 millones de pesos convirtió una simple bodega del Museo de Antioquia en un espacio donde los niños tendrán cobertura social y además protección por parte de especialistas.
Publicidad