"Cualquier palabra sería superflua. En mi nombre y de la ciudad elevo mis condolencias por la partida de Erika", dijo la alcaldesa de la población italiana.
La paciente, de 38 años, estaba en coma desde la estampida que causó más de 1.500 heridos. La emergencia tuvo lugar el 3 junio en la ciudad italiana de Turín.
Este es el trino de la alcaldesa Chiara Appendino, quien aseguró además que el día del funeral la ciudad proclamará un duelo público.
Ogni parola è superflua. A nome mio e della Città esprimo le mie condoglianze per la morte di Erika.
— Chiara Appendino (@c_appendino) June 15, 2017
Sarà proclamato il lutto cittadino pic.twitter.com/NT6seZW6J4
La víctima, que vivía al norte de Turín, cerca de la frontera con Suiza, había ido a la capital piamontesa con su pareja, aficionado de la Juventus, para ver en pantalla gigante la final de la Liga de Campeones de fútbol, que el club local perdió 4-1 contra el Real Madrid.
Hacia el final del partido, una explosión de fuegos artificiales seguida de rumores de bomba provocó un movimiento de pánico en la gran plaza San Carlo, en el centro de la ciudad, donde se habían congregado unas 30.000 personas.
La mayoría de las víctimas, un total de 1.527 según las autoridades, sufrió heridas leves pero siete de ellas tuvieron que ser ingresadas en urgencias. Tres se encontraban en estado grave, entre ellos un niño de siete años que estuvo varios días en coma pero acabó recuperándose.