Comerciantes del producto en este municipio del sur del Valle de Aburrá argumentan que tienen una tradición polvorera.
Rubén Darío Ramírez, propietario de polvorería, manifiesta que “nosotros estamos cumpliendo con todo lo que nos exige la ley. Es paradójico el desorden jurídico que existe en este país al dejar importar unos productos y luego entorpecer la venta de los mismos”.
Por su parte, el capitan Juan David Palacio, coordinador de Actuación Jurídica de la Regional 6 de la Policía, afirmó que “si el establecimiento cumple con los requisitos no cabría lugar en imponerle medidas correctivas, solo a quien lo compre. Cabe recordar que el Código Nacional de Policía permite el ingreso de las autoridades a residencias si dentro de ellas se está manipulando pólvora”.
En lo que va de diciembre, 28 personas han resultado lesionadas con pólvora, diez de ellas menores de edad.
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