El nivel de los embalses alrededor de Colombia preocupa, pues se logra apreciar una notable disminución del agua. Imágenes que han sido tomadas con drones dan cuenta del impacto que ha tenido el fenómeno de El Niño en el territorio.
Uno de los ejemplos más claros de esta problemática es el embalse de Amaní, en Norcasia, nororiente de Caldas, con una notable disminución de su nivel de agua.
Joan Andrés Riaño, presidente de la empresa de Servicios Públicos de Norcasia, Caldas, explicó que en el municipio “normalmente opera con una capacidad de 18 litros por segundo y en este momento nuestros caudales están en 14 litros por segundo. El municipio se encuentra en una alerta naranja, esto quiere decir que actualmente no tenemos la capacidad para ofrecer el servicio las 24 horas del día”.
En otro departamento de Colombia, en el embalse del Guavio, la sequía ha hecho que siga disminuyendo su nivel, que hoy está en 14,92%. Para el 21 de enero, esta represa estaba en 52,77%.
La principal preocupación del bajo nivel en los embalses: la generación de energía
Alejandro Castañeda, presidente de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (ANDEG) dijo que el nivel crítico "establecido por la Comisión de Regulación de Energía y Gas y por el Consejo Nacional de Operación, ese nivel estaría al orden de un 34%. Es decir, tenemos todavía un 6% frente a ese nivel más crítico. Si uno se para y mira el riesgo que tenemos es que lleguemos a niveles por debajo del 30%”.
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La esperanza está puesta en que llueva a finales de este mes, así lo expresó Castañeda, pues “estamos perdiendo más o menos 0.5 de nivel de embalse diario y eso nos daría más o menos 13 puntos para llegar al 27, lo cual sería unos 26 días que tenemos de colchón para esperar que llueva”.
Por ahora, se está produciendo casi un 35% del total de la energía que se consume en el país a través de generación térmica.
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Los gremios del sector energético reiteran el llamado al uso racional de la energía y del agua durante este fenómeno de El Niño, que, por ahora, no da tregua.