El Ministerio de Relaciones Exteriores ha declarado nuevamente una urgencia manifiesta para la contratación de la empresa Thomas Greg & Sons en la elaboración de pasaportes, a partir del 3 de octubre. Esta decisión, anunciada el 13 de septiembre mediante una nueva resolución, extiende el contrato con la multinacional por un período de 11 meses más, con un valor total de 206,8 mil millones de pesos. Este contrato se financiará con vigencias futuras, lo que ha generado una serie de cuestionamientos y debates sobre el impacto financiero y los beneficios para los ciudadanos.
Según el gobierno, esta nueva contratación con Thomas Greg & Sons forma parte de un proceso de "empalme" antes de que la Imprenta Nacional, en colaboración con el gobierno de Portugal, comience a fabricar los pasaportes. La idea es asegurar una transición fluida y evitar interrupciones en el servicio durante el periodo de cambio.
Thomas Greg & Sons asumirá el contrato para la elaboración de pasaportes
Fuentes cercanas al proceso indicaron a Noticias Caracol en vivo que, a partir del 3 de octubre, el gobierno asumirá la responsabilidad de la asignación de citas para la expedición de pasaportes. Sin embargo, Thomas Greg & Sons continuará encargándose de la personalización, impresión, transporte y custodia de los documentos. Este acuerdo pretende garantizar la continuidad del servicio mientras se establece el nuevo sistema en asociación con la Imprenta Nacional y Portugal.
A pesar de las afirmaciones recientes del canciller Álvaro Leyva, quien aseguró que el costo del trámite de pasaporte para los ciudadanos colombianos se reduciría, la realidad parece ser diferente. El nuevo contrato con Thomas Greg & Sons representa un aumento significativo en comparación con el contrato anterior. Hace un año, el acuerdo tenía un valor de 191 mil millones de pesos, mientras que el actual asciende a 206.800 mil millones de pesos. Este incremento ha generado dudas sobre si realmente habrá una reducción en el costo final para los ciudadanos.
El monto actual del contrato plantea la pregunta de si la expedición del pasaporte puede volverse más económica para los colombianos bajo estos términos. La disparidad entre las promesas gubernamentales y el costo real del contrato ha suscitado preocupación y ha llevado a un debate sobre la eficiencia del proceso y la transparencia en la gestión de los recursos destinados a este servicio esencial.
Mientras tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores se enfrenta a la tarea de justificar el aumento en el presupuesto destinado a la empresa internacional y asegurar a los ciudadanos que el nuevo sistema, una vez en marcha, ofrecerá mejoras significativas en la expedición de pasaportes y una reducción en los costos operativos a largo plazo.
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