Pedro Mejía es nadador, abogado, tiene 59 años y recuerda, como si fuera ayer, esa primera medalla de oro para Colombia en unas justas paralímpicas, ganada hace 40 años durante el certamen realizado en Holanda.
“La prueba de 100 metros es una prueba de dos piscinas largas. Cuando yo giro y veo que voy adelante, yo les digo: ‘Hasta luego’. Y le metí el alma a la prueba y, lógicamente, cuando pasé los 75 metros, rematé con el alma y saboreé mi medalla de oro y mis segundos de gloria”, recordó Pedro Mejía, primer campeón paralímpico de Colombia.
Pedro, a quien le amputaron la pierna derecha por un problema congénito que impidió el desarrollo del fémur, consiguió la gesta en la prueba de 100 metros en el estilo pecho y, de esta manera, Colombia empezó el camino dorado en el deporte paralímpico.
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Pero ese no fue el único logro de Pedro Mejía en Holanda 1980. Allí, también se colgó la medalla de bronce en la prueba de 100 metros espalda y batió récord mundial en los 100 metros pecho.
Por eso, con orgullo, guarda cada uno de esos recuerdos, recortes de prensa que le reviven la hazaña, esa que, para la época, era casi imposible alcanzar.
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“El deportista apoyado, hoy en día, es uno concentrado en su actividad. Para la época de nosotros, el gran esfuerzo estaba a cargo de nuestras familias y de nosotros mismos. Teníamos que voltear mucho para poder hacer un viaje. Hoy, el Estado apoya muchísimo a los deportistas”, afirmó.
En 1986, siendo campeón mundial, este deportista oriundo de Cali, capital del Valle del Cauca, se retiró de la natación a nivel competitivo.
Hoy, es dirigente deportivo en el Comité Paralímpico de las Américas y gerente de su firma de abogados Mejía y Asociados, sigue nadando en la categoría máster y se prepara para contar su historia en un documental.
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