Como ellos, son más de 2 millones los niños que estudian en zonas rurales enfrentando el reto de las clases virtuales.
A los hermanitos Camargo, que viven en el municipio Guayabal de Siquima, en Cundinamarca, el coronavirus les quitó sus clases presenciales, pero no las ganas de aprender.
Como si fueran para el colegio, todos los días siguen la misma rutina que tenían antes de la cuarentena: se levantan temprano, se ponen el uniforme, desayunan y empiezan su jornada académica.
Además, adaptaron un lugar especial en su casa para hacer las tareas. “Cuando los profesores nos llaman o nosotros los llamamos a ellos nos gusta estar bien presentados”, dicen.
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El trabajo de Brayan y Duvan es ejemplar cuando muchos aún trabajan o estudian desde casa y en pijama.
De acuerdo con Aida Castañeda, psicóloga clínica especialista en niños, estas rutinas de autocuidado contribuyen para que las clases desde casa sean verdaderamente eficientes.
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Establecer horarios de descanso, alimentación y sueño también hace parte de las recomendaciones para que los niños durante la cuarentena por coronavirus.