"Las negociaciones comenzarán el próximo mes de julio en Washington", anunció el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro británico, David Cameron, y los presidentes de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y del Consejo Europeos, Herman Van Rompuy, al margen de la cumbre del G8.
El futuro pacto transatlántico, que se espera esté concluido en dos años, "impulsará el comercio, la creación de empleo y el crecimiento económico", afirmó Barroso, quien señaló que también beneficiará a los demás países.
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Los líderes estadounidense y europeos admitieron que la negociación de ese futuro acuerdo entre quienes se definen como los mejores socios comerciales del mundo incluyen asuntos sensibles para ambas partes.
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"Es obvio que hay asuntos sensibles en las negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre la UE y Estados Unidos, pero manteniendo una mente abierta y la creatividad encontraremos soluciones. Hay demasiado en juego", indicó Van Rompuy.
Obama, por su parte, aseguró que, aunque los negociadores de ambas partes tendrán "mandatos firmes" para llegar a un acuerdo, es posible que los propios líderes tengan que intervenir en algún punto de las conversaciones que revista una mayor complicación.
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"Creo que estas negociaciones serán un desafío. Creo que serán difíciles y que todos vamos a tener sensibilidades que habrá que abordar", apuntó el presidente de Estados Unidos.
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Cameron, el anfitrión de la reunión del G8 que se celebra desde este lunes en Irlanda del Norte, dijo que espera una "exitosa conclusión" de las negociaciones transatlánticas, que produzcan "más empleo, precios más bajos y ayuda para las familias trabajadoras".
"Esta es una oportunidad que se produce una vez en cada generación y no podemos dejarla escapar", subrayó Cameron.
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Los países de la UE que forman parte del G8 (Francia, Reino Unido, Alemania e Italia) y Estados Unidos se reunieron al margen de la cumbre de Enniskillem para dar el impulso político a unas negociaciones que, cuando concluyan, se espera que aumenten el crecimiento de la Unión en un 0,5 % anual.
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Europeos y estadounidenses, que llevan años preparando el lanzamiento oficial de estas discusiones, tienen ya la que se considera la relación económica más integrada del mundo, con un comercio de bienes y servicios cercano al billón de dólares y con inversiones que superan los 2 billones de dólares.