Periodistas, senadores, abogados y hasta organizaciones de derechos humanos fueron blanco de estas chuzadas. Piden “castigos ejemplares”.
Entre las figuras públicas víctimas de estos seguimientos se encuentra María Alejandra Villamizar, periodista de Noticias Caracol, de quien reunieron información privada, teléfonos, datos de tránsito, y hasta entrevistas que la comunicadora le hizo al ELN.
“Quedan muchas preguntas y una gran indignación y frustración (…) estas prácticas ilegales afectan la democracia y la libertad de prensa”, señaló la comunicadora.
Para el director de la revista Semana, medio que no solo hizo la investigación sino que también denunció ser víctima de los seguimientos, se deben adelantar las acciones que sean necesarias para proteger la labor periodística. “Ahora la palabra la tienen los organismos de control, la justicia particular, la Procuraduría y la Fiscalía para castigar a los culpables”, manifestó su director, Alejandro Santos.
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También rechazaron los hechos los políticos Angélica Lozano y Antonio Sanguino, al igual que José Miguel Vivanco, de Human Rights Watch, quienes estaban en Las Carpetas Secretas .
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