Pese a tantas víctimas de estafa, muchos siguen confiando en las promesas de rentabilidad alta. Siga estas recomendaciones.
1. Verifique la existencia de esa entidad a través de internet, de las líneas de servicio al cliente o, mejor aún, yendo a las instalaciones físicas.
2. Busque información de esas firmas en entidades oficiales. Por ley, las cooperativas deben reportar informes de gestión, balance social y estados financieros.
3. Si la firma dice ser cooperativa, compruebe que aparezca en las listas de la Superintendencia Solidaria, o si dice ser banco, verifique que sí es vigilada por la Superfinanciera.
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4. Investigue con otras personas la trayectoria de dicha empresa. Si tiene una buena reputación, y cómo les ha ido invirtiendo su dinero ahí.