La firma tomó la decisión ante el bajo crecimiento de la economía y la incertidumbre que generan las elecciones del próximo año.
Además, encontró que la reforma tributaria del año pasado fue insuficiente para subsanar las necesidades económicas de la Nación. La rebaja en la calificación podría encarecer los intereses cuando el Gobierno requiera conseguir nuevos créditos.