La reapertura se producirá a partir de este martes, confirmó el gobierno. El cierre ha ocasionado pérdidas por cerca de dos billones de pesos.
El gobierno colombiano reabrirá este martes para vehículos de carga la vía que une a Bogotá con los Llanos Orientales como parte de una primera fase, después de que estuviera cerrada tres meses debido a múltiples derrumbes causados por la lluvia.
"A partir de este martes y luego de tres meses de trabajos continuos en los puntos críticos, especialmente en el kilómetro 58 de la vía que de Bogotá conduce a Villavicencio, el gobierno logró recuperar la transitabilidad en este corredor vial estratégico para el país", informó el Ministerio de Transporte en un comunicado.
La entidad señaló que durante ese periodo se removieron más de 225.000 metros cúbicos de material y se redujeron "las condiciones de riesgo", por lo que se dará inicio a "una prueba piloto para la apertura gradual de la vía".
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De esta forma, los vehículos de carga con capacidad igual o superior a las 3,4 toneladas podrán transitar por esa carretera con la compañía de la Policía entre las 10.00 y las 16.00 hora local (entre las 15.00 y 21.00 GMT).
Asimismo, la medida prohíbe que vehículos particulares, motocicletas, carros de transporte público, peatones y ciclistas transiten en la vía, que conecta a Bogotá con Villavicencio, capital departamental del Meta y a 75 kilómetros de la capital colombiana.
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El gobierno ordenó el cierre indefinido el pasado 14 de junio ante los constantes aludes de toneladas de tierra y rocas que interrumpieron el paso en el kilómetro 58, a la altura de la localidad de Guayabetal, en el departamento de Cundinamarca, donde la calzada desapareció bajo los derrumbes.
Debido al cierre, la población debía usar una carretera alterna que tiene más de 340 kilómetros y recorre el departamento de Boyacá, también en el centro de Colombia, lo que prolongaba el viaje por más de siete horas.
Ante la emergencia, el presidente colombiano, Iván Duque, anunció un paquete de 67 medidas económicas por 1,2 billones de pesos (unos 356,6 millones de dólares) para ayudar a los afectados por los derrumbes sobre la vía.
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De igual forma, se eliminó la tasa aeroportuaria para las rutas entre Villavicencio y el centro del país u otras ciudades, y se redujeron hasta en un 50 % los peajes de las vías alternas.
El ministerio prevé que para el próximo miércoles se determine el paso para autobuses de transporte público y resaltó que las autoridades seguirán con las obras en los "puntos críticos" y realizarán otras medidas provisionales.
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Entre esas se encuentra la instalación de mallas de metal en la parte superior de una meseta para "controlar el desprendimiento de rocas" y la construcción de una barrera de unos 260 metros de longitud.
El viceministro de Infraestructura, Manuel Felipe Gutiérrez, afirmó que las autoridades implementarán además "mecanismos de monitoreo y alertas tempranas" para detectar movimientos de tierra con 48 horas de anticipación.
Pese a la reapertura parcial, el ministerio resaltó que con el objetivo de "garantizar la seguridad de los usuarios del corredor" si se detectan condiciones climáticas adversas o filtración de agua en el talud se restringirá el paso de los vehículos.