

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
El martes 9 de septiembre de 2025 quedará grabado para siempre en la memoria de Egan Bernal no solo por ser su primer triunfo en la Vuelta a España sino también por alzar los brazos en el World Tour, tras el grave accidente que sufrió y los cuatro años de sequía. Si bien no fue en una línea de meta plagada de aficionados, lo hizo ante un rival de peso como Mikel Landa y en un esprint con el hambre de victoria que siempre lo ha caracterizado.
Por cosas de la vida y el azar, algunos triunfos de Egan han estado marcados por decisiones de última hora debido a circunstancias climáticas, o como en este caso, de orden público. Tanto en el Tour de Francia (2019) como en el Giro de Italia (2021), el 'joven maravilla' tuvo que sortear no solo las buenas piernas de sus rivales sino también acontecimientos inesperados. En ambas oportunidades el recorrido de las etapas fue recortado, tal como ocurrió este martes en la 'ronda ibérica'.
Sin embargo, el mayor obstáculo de Bernal no fue en competencia sino en ese fatídico entrenamiento que sufrió en enero de 2022 y que por poco le cuesta la vida. Fueron siete meses de recuperación para volver a hacer lo que nadie creía posible: competir.
El de Zipaquirá lo logró y desde principios de este 2025 ya daba pistas de su buena condición al coronarse campeón nacional de Colombia tanto en ruta como en contrarreloj. No obstante, el último triunfo de Bernal en el World Tour, ante los mejores del mundo, fue hace cuatro años, en 2021, cuando se coronó campeón de la 'corsa rosa' y se quedó con el trofeo Senza fine.
Publicidad
La etapa 16 del Giro de Italia 2021 quedó grabada como una de las jornadas más icónicas en la carrera de Egan Bernal. Aquel 24 de mayo, el pelotón partió de Sacile rumbo a Cortina d’Ampezzo bajo un clima hostil: lluvia persistente, frío extremo y carreteras resbaladizas. Debido a la meteorología la organización recortó el recorrido: quedaron fuera la Marmolada (Passo Fedaia) y el Passo Pordoi —la Cima Coppi—, y la ruta se centró en el exigente Passo Giau y en el posterior descenso hacia Cortina.
En las rampas del Giau Bernal lanzó un ataque brutal a más de veinte kilómetros de meta; su movimiento fue seco y potente, y nadie logró responder. Coronó en solitario, abrió hueco en el descenso y llegó a Cortina con ventaja suficiente para celebrar. La imagen de Bernal abriéndose el chaleco para mostrar la maglia rosa se convirtió en una de las recordadas del Giro. Aquella victoria consolidó su liderazgo y supuso un golpe de autoridad en la general, aunque también fue la última victoria del colombiano en una gran ronda por más de cuatro años. Tras una etapa marcada por las condiciones extremas y la gestión táctica del equipo INEOS, Bernal se mantuvo como el gran favorito hasta el cierre en Milán.
Publicidad