Jasper Philipsen y su emoción por vestir por primera vez la camiseta amarilla: "Es un sueño"
El belga Jasper Philipsen ganó la primera etapa del Tour de Francia 2025 y se dejó ver muy contento por convertirse en líder, ya que anteriormente solo había portado la camiseta verde de los puntos.
Jasper Philipsen, ganador de la etapa 1 del Tour de Francia 2025.
Jasper Philipsen vivió "un sueño" al ganar la primera etapa del Tour de Francia 2025, la décima de su cuenta, sinónimo de un maillot amarillo que pocas veces puede colocarse en la espalda un esprinter como él, que rindió homenaje a su equipo, el Alpecin.
"El último kilómetro que han hecho es una lección de trabajo en equipo", dijo el belga, que señaló que sus compañeros hubieran merecido subir al podio a recoger los laureles de un triunfo que consiguió con gran margen frente al eritreo Biniam Girmay y el noruego Soren Waerenskjold, en un reducido grupo que encabezó la etapa tras un abanico que cortó el pelotón principal a 20 kilómetros de la meta.
Entre los damnificados, dos de sus principales rivales, el italiano Jonathan Milan y su compatriota Tim Merlier.
"Mi equipo ha trabajado mucho para estar atentos a todo lo que pudiera pasar. Era nuestro día, teníamos que aprovechar esta oportunidad única de vestirnos de amarillo. Había conocido el verde, pero creo que esto es especial, es algo que nunca podré olvidar", señaló.
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El Alpecin estaba casi al completo en el pelotón de cabeza, una situación ideal para la décima victoria de Philipsen, perfectamente lanzado primero por el neerlandés Mathieu van der Poel antes de que tomara el relevo el australiano Kaden Groves.
"Sabíamos que habría mucha tensión, que era necesario estar protegido y cada compañero ha hecho un trabajo perfecto. Para eso nos entrenamos, para eso nos levantamos cada día", afirmó.
Jasper Philipsen, ganador de la etapa 1 del Tour de Francia 2025.
AFP.
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El ciclista del Alpecin llegaba a la ronda gala con solo dos victorias en una temporada que él mismo había calificado de irregular, pero las carreteras francesas, en las que la pasada campaña levantó tres veces los brazos, renovaron su ambición.
"Es una carrera especial, que me gusta mucho, la más importante del calendario y toda nuestra preparación esté destinada a tener aquí el pico de forma. Lo hago yo, pero también todo el equipo. Hoy era mi día y estoy orgulloso de que todo el mundo haya dado el máximo y de que todo haya salido bien", indicó.
Philipsen sabe que la casaca amarilla no durará mucho en su espalda, puesto que la etapa de este domingo, con un final accidentado, no está hecha para un esprinter.
Pero el belga está dispuesto a trabajar para que el maillot amarillo no cambie de equipo. El gran favorito para la etapa que acaba en Boulogne-sur-Mer es su compañero neerlandés Mathieu van del Poel.