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Bolonia, con Jhon Lucumí, tumbó este viernes al Inter de Milán (1-1) en los penaltis (3-2) de las semifinales de la Supercopa de Italia, por lo que peleará en la gran final del próximo lunes ante el Nápoles por el primer título de la temporada.
Después de pasar 51 años de sequía, el Bolonia levantó la Copa Italia en mayo. Ahora, apenas 7 meses después, volverá a pelar por otro título. La hazaña de los de Vincenzo Italiano es encomiable. Tumbó a todo un finalista de la Champions League en dos de los últimos tres años en el momento de máxima presión, desde los once metros.
Y eso que al Inter de Milán se le puso todo de cara en el tiempo reglamentario. Pareció que iba a ser un atropello tras los primeros 90 segundos. Dominio incontestable ante un Bolonia que se hizo pequeño. Furia 'nerazzurra' que desembocó en un tanto inesperado por la envergadura del duelo.
Bastoni, uno de los mejore defensas del planeta a la hora de incorporarse en ataque, se metió por el carril central casi hasta la cocina. Llegó a la frontal del área con su gigante zancada y sacó un centro al segundo palo. Allí, como buen delantero con olfato, esperó Thuram. Su media volea superó a Ravaglia y puso contra las cuerdas a los de Vincenzo Italiano, que además perdieron a Bernardeschi en el minuto 40 por lesión.
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Pero si por algo se caracteriza este Bolonia es por su calidad. El vigente campeón de la Copa Italia compite de tú a tú con los más grandes del país y lo volvió a demostrar. No se amedrentó ante los de Cristian Chivu y comenzó a dar muchos problemas en defensa 'nerazzurra' hasta que, antes del descanso, Bisseck cometió otro error.
En un intento de despejar con la cabeza, impactó el balón con su mano. Orsolini, el mejor jugador de los boloñeses, no falló desde los once metros y puso el empate en el marcador.
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La igualdad, el respeto y el miedo a un error que tirara por la borda el viaje a Riad se apoderaron del partido. Paridad que solo los últimos minutos de partido pudieron rompero. Dimarco y Zielinski rozaron el tanto para el Inter. Y Fabbian topó con la mano salvadora de Josep Martínez en el último suspiro del tiempo reglamentario.
El duelo, sin prórroga, se decidió inevitablemente en los penaltis. Lautaro ejecutó el primero. Ferguson respondió. Dos goles a los que siguieron cinco penaltis fallados. Josep Martínez enmendó el error de Bastoni con una parada con las rodillas. Barella y Bonny fallaron también. Moro y Miranda erraron en el lado boloñés. Pero el acierto de Rowe permitió a Immobile tener el penalti decisivo. Y no falló para certificar el pase a la final de un Bolonia que vuelve a soñar con otro título. El Nápoles, último escollo.
1 - Bolonia: Ravaglia; Holm, Lysaker Heggem, Lucumí, Miranda; Moro, Pobega (Ferguson, m.76); Orsolini (Cambiaghi, m.63), Odgaard (Fabbian, m.76), Bernardeschi (Rowe, m.40); Castro (Immobile, m.76).
1 - Inter de Milán: Josep Martínez; Bisseck, de Vrij, Bastoni; Luis Henrique (Diouf, m.71), Barella, Zielinski, Mkhitaryan (Frattesi, m.71), Dimarco; Bonny y Thuram (Lautaro, m.71).
Goles: 0-1, m.2: Thuram; 1-1, m.35: Orsolini
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Árbitro: Daniele Chiffi.
Incidencias: encuentro correspondiente a la segunda semifinal de la Supercopa de Italia, disputado en el King Saud University Stadium de Riad (Arabia Saudí).
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