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Ni en la última jornada de la fase todos contra todos pasaron inadvertidas las polémicas en el fútbol colombiano, que busca a los últimos clasificados a cuadrangulares y que para algunos equipos es simplemente para cumplir con el calendario. Y es que en las últimas horas se confirmó que el partido entre Boyacá Chicó y Millonarios no podrá tener público en las tribunas del estadio La Independencia, de la ciudad de Tunja.
Los 'ajedrezados' publicaron este martes un comunicado de prensa en el que aclararon que el club quería para este partido tener a los seguidores en las gradas, pero que diferentes decisiones de las autoridades locales echaron abajo esa posibilidad, calificadas como "condiciones arbitrarias impuestas por el "Comité Local y otras autoridades departamentales".
Cabe indicar que desde la noche del lunes, Eduardo Pimentel, máximo accionista de Chicó, había adelantado la noticia en su cuenta de 'X'.
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Acá el comunicado de prensa de Boyacá Chicó:
Boyacá Chicó F.C. informa, en contra de sus propios intereses, que el partido ante Millonarios, correspondiente a la última fecha de la Liga, se nos ha obligado, muy a pesar de nuestros intereses de jugar a puerta abierta, a disputarlo a PUERTA CERRADA.
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Esta medida no obedece a decisión del Club, sino a condiciones arbitrarias y económicamente inviables impuestas por el Comité Local y otras autoridades departamentales, que desconocen los lineamientos del Protocolo Nacional de Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol y elevan los costos operativos en más del 280%, haciendo imposible la apertura del estadio.
No se trata de hechos aislados. El 30 de julio se nos forzó a operar por mas de 4 partidos con una sola tribuna por incrementos no justificados que ya entonces superaban el 165%. Asimismo, en el partido anterior frente a América se negó el préstamo del estadio de Tunja en la fecha correspondiente, frustrando otra taquilla relevante, precisamente en jornadas de mayor afluencia y crecimiento del Club.
Estos episodios se enmarcan en un mismo patrón de hostigamiento que, presuntamente, obedece a indicaciones de un poderoso del departamento de Boyacá en contra del Club, y que desde hace ocho meses se ejecuta como un plan debidamente premeditado y planificado.
Dicho plan se materializa en ataques sistematizados del Comité Local y de otros entes públicos, cuyas decisiones han encarecido de manera desproporcionada la operación del Club, con el propósito manifiesto de aburrirnos, asfixiarnos y forzar la salida del departamento de Boyacá. Su consecuencia práctica ha sido imponernos el dilema: "pagar en exceso o jugar sin público".
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Reafirmamos nuestro compromiso con la seguridad y la convivencia. Rechazamos, eso sí, que dichos principios se utilicen como pretexto para trasladar sobrecostos ajenos a los estándares y forzar decisiones que lesionan a la institución, a su afición y a la ciudadanía tunjana y boyacense, a quienes se les impide asistir a un evento deportivo.
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