El tapabocas se ha vuelto esencial para combatir el COVID-19. Prácticamente es obligatorio en todos los espacios, especialmente donde hay aglomeraciones.
Muchas empresas, como esta de correos en Ucrania, exige que empleados y clientes las usen.
El pasado fin de semana una mujer llegó para realizar una encomienda, pero no le prestaron atención porque no iba protegida. Según la compañía, le ofrecieron gratis un tapabocas, pero ella lo rechazó.
Cansada de que no la atendieran empezó a gritar, pero llevó su queja a otro nivel y, ante la mirada de todos, se bajó los pantalones.
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La sorpresa creció cuando vieron que se sacó la ropa interior y la escena se volvió realmente difícil de entender cuando optó por tomar el panty y ponérselo en la cabeza para simular un tapabocas.
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La acción dejó estupefactos a los trabajadores, pero no dieron aviso a las autoridades y sobre la mujer no recaen investigaciones.
Quien sí está bajo la mira de sus jefes es el empleado que filtró las imágenes en redes sociales.