Un año después del nacimiento de Max, Ekaterina Mezenova reveló que el niño tiene una afección en la piel llamada nevus, que podría convertirse en cáncer.
“Quiero compartir nuestra historia para finalmente quitarme esta carga de los hombros porque se ha vuelto demasiado difícil de llevar”, dijo la influencer de 24 años al publicar las fotos de su bebé, donde se ven las marcas de su cuerpo.
La joven reconoció que trató de ocultar la enfermedad de Max vistiéndolo con buzos de manga larga.
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Ahora tiene puesta la esperanza en un médico israelí, que puede ofrecerle un tratamiento a su hijo para disminuir el riesgo de cáncer, aunque no desaparecerán las manchas de su cuerpo.