Amor en tiempos de alzhéimer: esta pareja se hizo más fuerte en la enfermedad

Mel Millsap cambió la rutina para darle a su esposa la alegría y compañía necesarias. Ellos llevan cuarenta años de casados.  

Todos los días, él se levanta a las 3:30 a.m. para preparar la jornada de su amada Lisa, a quien deja en un centro de asistencia, mientras cumple su labor en una base aérea de EE. UU.

Para Mel, las cosas más sencillas son las más importantes, como por ejemplo pintarle las uñas para que ella recuerde quién es.

Y la mejor parte de su día es cuando la recoge, cada tarde a las 3:45 p.m., porque Lisa está ahí, esperándolo con una gran sonrisa y un abrazo. Los empleados del centro han sido testigos de ese amor.

“Me encanta, no puedo esperar a cruzar esa puerta porque sé que, si ella está teniendo un mal día, voy a hacerla sentir mejor muy rápido”, afirma Mel.

Y en eso coincide la directora del centro, Krissy Siebuhr, quien señala que “muchas veces ella está inmersa en su mundo o está interactuando con los empleados y ella escucha su voz (la de Mel) y se anima de inmediato. A veces incluso salta porque está muy emocionada”.

Para Mel, Lisa “es la fuerte aquí, porque ella sabe lo que está pasando. Y ella haría lo mismo, con seguridad. Haría exactamente lo mismo”.