Al menos 62 personas murieron el jueves después de que un gran camión bomba estallara en un popular mercado de alimentos en Bagdad a primera hora de la mañana, según la policía iraquí, en un barrio de mayoría chií.
El grupo extremista Estado Islámico reclamó la autoría del atentado, indicó que había atacado contra los chiíes reunidos en el lugar y prometió nuevas agresiones.
El camión explotó en el mercado de Yamila, en el bullicioso vecindario bagdadí de Sadr City, poco después del amanecer, según dos policías. Al menos 125 personas resultaron heridas. El mercado es el principal punto de venta de productos agrícolas y alimentos en la capital iraquí.
Vecinos de la zona acudieron al mercado para ayudar a las víctimas, transportando cadáveres en bolsas de basura y llevando a los heridos a los hospitales locales en ambulancias o vehículos privados. La explosión quemó buena parte del mercado, calcinando los puestos de madera y dejando frutas y verduras esparcidas a gran distancia.
Coches de bomberos y ambulancias acudieron al lugar, y los bomberos rociaban con agua los restos que seguían humeando mucho después de la explosión.
"Los jueves el mercado está especialmente lleno porque la gente viene de otras provincias a aprovisionarse de comida para el fin de semana", explicó uno de los policías.
El vehículo bomba era un camión de refrigeración, así que era imposible distinguirlo de otros que entregaban productos al mercado.
El conductor de un minibús, Hassan Hamid, dijo que conducía no muy lejos del lugar cuando la onda expansiva arrastró su vehículo unos 10 metros (yardas) hacia la vereda.
"Esta es la explosión más fuerte que he visto en mi vida", dijo el hombre, de 37 años y padre de tres hijos, hablando desde el hospital donde estaba siendo tratado por heridas de metralla. "Vi como algunos coches saltaban en el aire y el fuego prendió por todas partes".
Cuatro fuentes hospitalarias confirmaron las cifras de bajas. Todas las fuentes hablaron bajo condición de anonimato al no estar autorizados a hablar con los medios.
En un mensaje publicado en una cuenta de Twitter vinculada al grupo EI, la milicia radical suní dijo haber realizado el ataque con un camión cargado de explosivos.
En su mensaje, el grupo dijo que busca que los chiíes "experimenten el mismo daño que sus bombardeos causan a nuestro pueblo musulmán".
La milicia considera a los chiíes y otras minorías religiosas como apóstatas.
El grupo extremista suele atacar puntos de control o barrios de mayoría chií como Sadr City para enviar un mensaje al gobierno de Bagdad, liderado por chiíes. Las zonas comerciales y públicas también están entre sus objetivos favoritos para socavar la confianza de la gente en los esfuerzos del gobierno por mantener la seguridad.
La capital suele sufrir atentados casi a diario, pero las cifras de víctimas rara vez alcanzan un nivel tan alto en un único atentado desde el cénit de la brutal guerra religiosa en el país en 2006 y 2007.
El grupo extremista suní controla en torno a un tercio del territorio iraquí. Cuando lanzaron su gran ofensiva sobre el norte de Irak el año pasado, prometieron seguir avanzando hasta Bagdad. Pero una movilización de combatientes chiíes voluntarios evitó ataques significativos contra la capital.
El grupo EI también reivindicó otro atentado el lunes en un mercado de Baquba, la capital de la provincia oriental de Diyala, en el que murieron 34 personas. Más de 115 personas murieron el mes pasado en otro ataque del grupo armado contra un popular mercado en la provincia oriental de Diyala, uno de los peores atentados que ha sufrido el país en una década.
Updated: agosto 13, 2015 05:32 a. m.