20 de septiembre de 2015
Carmen Balcells, figura clave del conocido "boom latinoamericano" y representante de algunos de los más importantes escritores en lengua española, como Gabriel García Márquez o Mario Vargas Llosa, murió a los 85 años.
Balcells (Santa Fe de Dalt, Lérida), representó a más de 300 escritores de habla hispana y portuguesa.
Una de sus últimas apariciones públicas tuvo lugar el pasado 16 de marzo en el gótico Salón de Ciento del Ayuntamiento de Barcelona para asistir a la entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad a título póstumo a García Márquez, el primer gran éxito de la carrera de Balcells como agente.
Tras él llegaron muchos otros, cuyos intereses fueron defendidos duramente por la agente, que logró cambiar el tipo de contratos de los escritores con los editores y establecer límites geográficos y de tiempo.
Un trabajo que le ganó el apelativo de "superagente" o de la "Mamá grande del boom", por un afán proteccionista que hoy ha sido reconocido por todos.
Fue un "mujer maravillosa, maga de las letras, nos defendió a los autores como nadie antes. GRACIAS por todo, genia", dijo la escritora española Rosa Montero en su Twitter.
Su imperio estuvo a punto de ser aún mayor si hubiesen fructificado las negociaciones para unir su agencia con la del único agente que le daba la réplica en el mundo anglosajón, Andrew Wylie, para crear una "superagencia" que cuidara de los intereses de miles de autores, 13 de ellos premios nobel.
Ocurrió en mayo de 2014 y fue su gran, última y fallida "jugada", algo que sorprendió en el sector y fuera de él, porque era la alianza de dos rivales, condenados a entenderse para responder a sus nuevos enemigos, los nacidos de la revolución digital, como Amazon o Google, una unión que finalmente no se llevó a cabo.
También salió de la agencia a quien Balcells había designado como su sucesor, el joven gestor cultural Guillem d'Efak, por lo que el futuro de su imperio se quedó en el aire.
Updated: diciembre 27, 2015 12:47 a. m.