Chris Laws pudo encontrar el sábado agua embotellada que llevaría a sus dos vecinos que viven a un lado y son adultos mayores.
"No pueden salir", dijo Law, de 42 años, de la localidad de Marmet, y quien trabaja en una mina de carbón.
"Yo les echo un ojo. Hay que cuidar a los vecinos. Son los únicos que cuidarán de uno", agregó.
Laws afirmó que estaba furioso con la empresa Freedom Industries señalada como la responsable del derrame de una sustancia química.
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"Numerosas personas pasan un trance difícil por la situación", agregó. "Están batallando. Lo que no entiendo es cómo ocurrió", afirmó.
La emergencia comenzó el jueves debido a las quejas presentadas a la compañía de servicios básicos American Water en Virginia Occidental de que el agua de grifo salía con un olor como a alcohol.
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La causa: un derrame de metanol 4-metilciclohexano de un tanque de 151.412 litros (40.000 galones) en una planta de Freedom Industries ubicada en el río Elk.
Los funcionarios estatales dijeron el sábado que creen que se derramaron casi 28.400 litros (unos 7.500 galones) de la sustancia.
Parte de la sustancia fue contenida antes de que alcanzara el río y se desconoce la cantidad que ingresó en el suministro de agua.
Podrían tardar varios días para que el agua limpia vuelva a salir de los grifos en las casas.
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Primero que nada, los resultados de las pruebas efectuadas al agua deben mostrar que la presencia de la sustancia en el sistema hidráulico público registra a lo más una parte por millón, el nivel que recomiendan las agencias federales, dijo el sábado el presidente de American Water en Virginia Occidental, Jeff McIntyre, en conferencia de prensa.
La mayoría de visitantes se ha marchado de Charleston en tanto que los lugareños han permanecido en sus casas o han ido en sus vehículos a otras partes para conseguir comida caliente o para darse una ducha.
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La orden de que el agua de grifo se utilice principalmente en los inodoros y otras actividades menores significa que el derrame ha acarreado una emergencia no sólo al ambiente, sino también a los negocios.
"No he podido cocinar nada en casa y esperaba que hubiera lugares abiertos", dijo Bill Rogers, de 52 años, afuera de un restaurante de la cadena Tudor's Biscuit World que estaba cerrado en la localidad de Marmet, al este de Charleston.
"Parece que todos los lugares (de comida) están cerrados. Es frustrante, en verdad frustrante", apuntó.
No hay duda de los perjuicios causados a los diversos negocios, en particular a los restaurantes y hoteles, dijo Matt Ballard, presidente de la Alianza del Area de Charleston, la mayor cámara de comercio regional en el estado.
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En total 32 personas han buscado atención en hospitales debido a que presentaban náuseas entre otros malestares. De estas, cuatro fueron hospitalizadas en el Centro Médico del área de Charleston aunque se desconocía de inmediato su estado de salud.