Isabel II, nacida en Londres el 21 de abril de 1926, confesó este miércoles que "nunca había aspirado" a tener el reinado más extenso del Reino Unido, aunque casi toda su vida ha estado dedicada al servicio de su país.
A sus 89 años, Isabel II superó a su tatarabuela la reina Victoria (1837-1901) al sumar 63 años y 216 días en el trono.
Primogénita del rey Jorge VI y de Isabel Bowes-Lyon, la popular reina madre, Isabel Alejandra María Windsor fue bautizada a las cinco semanas de nacer en la capilla del Palacio de Buckingham.
Si bien su padre no estaba llamado a reinar, la abdicación de su hermano Eduardo VIII, que renunció al trono para casarse con Wallis Simpson, una estadounidense divorciada en dos ocasiones, hizo que éste fuera nombrado rey el 11 de diciembre de 1936 y convirtió a Isabel en su heredera.
Durante la Segunda Guerra Mundial, su madre no quiso abandonar Londres ni enviar a sus hijas Isabel y Margarita lejos de los bombardeos de la aviación alemana, lo que hizo incrementar el afecto y admiración de los británicos hacia la familia real.
En 1944, poco después de cumplir 18 años, Isabel fue nombrada consejera de Estado y empezó a desempeñar algunas funciones de la Corona.
Casada desde el 20 de noviembre de 1947 con Felipe de Mountbatten, duque de Edimburgo, el delicado estado de salud del rey hizo que ambos realizaran numerosas visitas oficiales al extranjero en su representación.
Mientras la pareja se encontraba de viaje en Kenia, la futura reina recibió el 6 de febrero de 1952 la noticia del fallecimiento de su padre Jorge VI, que suponía su llegada al trono a los 25 años.
Año y medio después, el 2 de junio de 1953, su coronación en la Abadía de Westminster adquirió dimensión planetaria al ser el primer gran acontecimiento público visto por televisión en todo el mundo, en la primera retransmisión en directo por la BBC.