En junio de 2010, Kezia y Mike Fitzgerald se convirtieron en padres por vez con llegada de una bebé a la que llamaron Saoirse.
Sin embargo, durante el embarazo la madre se percató de la presencia de unos ganglios linfáticos inflamados en su cuello y, siete meses después de dar a luz, los médicos determinaron la causa: un cáncer que se había propagado en el pecho, cuello y abdomen.
Meses más adelante, debido a comportamientos y extraños síntomas, los padres decidieron llevar a Saorise al médico. Luego de varios estudios, los doctores encontraron un tumor etapa cuatro en el abdomen de la pequeña.
Durante el tratamiento, la niña debía tener un catéter en uno de los brazos, un tubo largo y flexible, muy incómodo para ella, según comentaron sus padres a CNN.
"Este nuevo juguete incorporado era ahora una baqueta, un juguete para morder y algo para tirar de él", dijo Mike.
"Cuando preguntamos a la enfermera cómo asegurar las vías y topes, la única sugerencia que tenían era utilizar un calcetín o cinta adhesiva", agregó.
La madre, a quien le gusta coser, decidió buscar una manera más agradable para que su hija se sintiera cómoda y creó un cobertor para asegurar la sonda, el cual se volvió popular en el hospital y otros padres le pidieron a Kezia crear más para sus hijos.
En septiembre de 2011 Kezia entró remisión, es decir, Los síntomas y signos de la enfermedad habían desaparecido. Su hija, no obstante, se agravó y falleció meses después.
Luego de reponerse de la pérdida, y para honrar a su hija, la pareja decidió vender los cobertores CareAline. Los pacientes pueden conseguirlos en sitios web y además se producen al por mayor para diferentes hospitales.