La filial en Miami se declaró culpable de delitos de fraude presentados contra dos de sus ejecutivos, por sobornos a directivos de fútbol caribeños.
Los directivos pagaron más de US$6 millones en coimas, a cambio de los derechos audiovisuales y de comercialización de los partidos clasificatorios a los mundiales de 2014, 2018 y 2022.
El fiscal del caso, por su parte, aceptó no presentar cargos contra la empresa.