El menor fue encerrado en una jaula para gatos antes de fallecer. La mamá dijo que si hubiera querido asesinarlo habría hecho lo mismo con sus otros hijos.
El juicio contra la pareja inició en Singapur dos años después del asesinato del niño de 5 años.
Durante las audiencias, los fiscales revelaron que el menor tenía quemaduras en el 75% del cuerpo, provocadas con cucharas y agua caliente, además de golpes, fractura de nariz y rasguños que probablemente se hizo mientras estuvo enjaulado.
Asimismo, presentó una anemia severa, “casi mortal”, que sugería una pérdida de sangre significativa durante un período de tiempo, informó el medio Strait Times.
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Según la investigación, un día antes de la muerte del niño, el papá derramó agua hirviendo sobre él porque no quiso bañarse.
La víctima quedó tendida en el suelo y sus padres esperaron seis horas antes de decidirse a llevarlo a un hospital, donde no pudieron hacer nada para salvarlo.
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Trascendió que las enfermeras que atendieron al niño tuvieron que recibir apoyo psicológico.
El niño murió el 22 de octubre de 2016 y sus papás, ambos de 27 años, fueron capturados unos días después.
La mamá le dijo a la Policía tras el arresto: “¿cómo puedo matar a un niño? Solo miren mi pequeño cuerpo”.
Mientras que el padre declaró que lo disciplinó porque "solo quería que él aprendiera su lección".
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De ser hallados culpables por el asesinato del pequeño enfrentarían la horca.
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