Las tormentas causaron daños catastróficos y provocaron que el Servicio Meteorológico Nacional emitiera su nivel más alto de alerta.
El gobernador Tate Reeves declaró un estado de emergencia "para proteger la salud y la seguridad de los habitantes de Mississippia en respuesta a los severos tornados y tormentas que azotan el estado".
"Estamos movilizando todos los recursos disponibles para proteger a nuestra gente y sus propiedades", dijo Reeves.
La Agencia de Manejo de Emergencias de Mississippi aseguró que hasta ahora se habían reportado 11 muertes, pero advirtió que los números podrían cambiar.
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El Centro de Predicción de Tormentas espera "tormentas eléctricas severas" en Mississippi, así como en los estados vecinos de Alabama y Georgia.
"Son posibles tornados fuertes, vientos dañinos generalizados y granizo grande", agregó el centro.
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Previamente, Reeves instó a los residentes a tomar las "tormentas severas muy en serio".
"Tome precauciones para mantener segura a su familia".