Ante amenazas, muchos migrantes de la caravana consideran quedarse en México

Otros han desviado la ruta para evitar las regiones controladas por los carteles del narcotráfico. El cuerpo de un hondureño muerto fue repatriado su país.

Su nombre es un homenaje a la Virgen morena que los guía. La pequeña se llama Guadalupe y es la primera bebé que nace en la caravana de migrantes que, también en su caso, es una lucha a fondo por la vida.

Conozca más de esta historia:

Guatemalteca dio a luz en medio de caravana de migrantes que pretender llegar a Estados Unidos

“Le dije yo a mi esposo, me siento un poco mal pero no sé si fue de la caminada o si ya se llegó la hora”, relata Olga Suyapa Pérez, madre de la recién nacida.

En brazos de su madre, Guadalupe recibió su nacionalidad mexicana y crecerá en este país que le abrió las puertas.

“A eso venía, a trabajar acá, yo no pensaba cruzar a los Estados Unidos”, dice Adrián Vásquez, el padre de la criatura.

Los migrantes que los acompañaban continúan el trayecto. Recibieron esta vida como una señal de esperanza en medio de un cambio de ruta para no entrar en zonas controladas por los carteles mexicanos. Ahora tienen frente a sí 403 kilómetros hasta Veracruz.

El gobierno mexicano les envió buses, sobre todo para mujeres y niños.

Kilómetros atrás, está Juan Bonilla, una de las dos mil personas que salieron de El Salvador esta semana; sufrió un derrame cerebral y camina en busca de atención médica.

“Vengo desde El Salvador, lamentablemente yo vine buscando una ayuda humanitaria a México porque sí tiene la asistencia médica avanzada y la tecnología avanzada”, dice.

Con las amenazas de Trump en la cabeza y la formación de grupos civiles armados, que los esperan en la frontera, muchos consideran quedarse en el país azteca.

“Me quedaría trabajando en México, yo creo que es una buena opción para mí. México, si me da con los brazos abiertos, ahí nos quedamos”, dicen.

El cuerpo de un migrante de 26 años que murió en un enfrentamiento con la policía mexicana fue repatriado a honduras.

Sus familiares enterrarán hoy sus restos y sus sueños. Es la tercera vida que se queda en el camino.