Bastó un par de gritos para que los delincuentes supieran que en esta zona de Bogotá no podían robar.
Una cámara registró cómo una banda, a bordo de un vehículo, se acercó a otro carro que estaba estacionado en la calle con la intención de robarlo.
De inmediato alguien se percató de la situación y desde su ventana lanzó la alerta al grito de “¡Ladrones, ladrones!”. Otros residentes se unieron a la alarma y los delincuentes no tuvieron más remedio que huir con las manos vacías.
La técnica fue adoptada por vecinos de Engativá y gracias a esto se ha podido evitar más hurtos.
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