Esta enfermedad es la principal causa de ceguera en todo el mundo y afecta el lente cristalino natural del ojo.
Quienes la padecen ven borrosamente, tienen dificultad para ver de noche, son sensibles a la luz, visualizan halos alrededor de las luces y tienen cambios frecuentes en la fórmula de los lentes.
Se puede corregir con una cirugía en la que se reemplaza el lente natural con uno artificial.