Según la OMS, del 100% de las mujeres que dan a luz un 80% experimenta tristeza y de ellas, el 20% sufre complicaciones que terminan en este mal.
Diana Henao, una madre que después de 10 años por fin pudo cumplir su sueño de ser mamá, no entendía los sentimientos que experimentó al tener a su bebé.
“Yo amaba mi hijo, y amo a mi hijo con todo mi corazón, pero en ese momento era muy difícil, yo lloraba todo el tiempo, él lloraba y yo lloraba con él y me provocaba a veces tomarme un descanso, pero tampoco podía tomarlo porque el niño me necesitaba cada dos horas”, relató sobre lo que vivió.
Según ella, temía decírselo a su familia porque “es una especie de tabú, porque tú no puedes hablar con nadie, no le puedes contar a nadie porque quizá no te van a entender y uno se siente culpable, uno dice ‘Dios mío, uno por qué siente eso si yo debo amar mi hijo, pero por qué me siento así si tú ves a todas las mamás felices y radiantes’, y yo no estaba así”.
Su situación emocional incluso afectó su relación de pareja.
Carolina Borja, médica especialista en psiquiatría perinatal, explicó que los síntomas de la depresión postparto son tristeza, pérdida del apetito, pérdida de sueño, pensamientos de no lograr cumplir el rol de madre.
El ginecobstetra Jaime Andrés Olivos señaló que este padecimiento puede originarse por un
“bajonazo que se produce de la parte hormonal, los estrógenos y los progestágenos inmediatamente del parto (…) al igual hay un incremento de la prolactina que se mantiene para la producción de la leche”.
El especialista precisó que durante el control prenatal se realizan “unas preguntas específicas y si la paciente tiene algún antecedente de depresión entonces tiene mucho más factor de riesgo”.
Según los profesionales, el tratamiento de la depresión posparto incluye cambios de hábitos, apoyo familiar y psicológico y, en algunos casos, medicamentos.