Se trata de la suela de los zapatos. ¿Qué hacer para no enfermar con las miles de bacterias que recogen con su uso diario?
Un estudio hecho por la Universidad Manuela Beltrán evidenció el peligro andante de los microorganismos que se pegan al calzado y que se riegan en los hogares.
Andrea Cortés, microbióloga de la institución, señaló algunos ejemplos de las enfermedades que se pueden adquirir con estas bacterias.
En personas con fibrosis quística ocasionaría una posible neumonía y si tienen heridas abiertas generaría infecciones que pueden complicarse.
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También afectarían a adultos mayores, niños que estén gateando, personas que estén en quimioterapia o quienes tengan un sistema autoinmune comprometido.
Para no padecer por estas bacterias se recomienda cambiarse los zapatos al llegar a casa, no caminar descalzos y no subirse a la cama con el calzado.
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