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Viacrucis del Viernes Santo: vea aquí cada oración y todas las estaciones

El Viernes Santo se destaca como un día central en la Semana Santa, recordando el recorrido de Jesús hacia la crucifixión. Le explicamos cómo rezar el Viacrucis.

Viernes Santo
El Viacrucis, uno de los momentos más conmovedores de la Semana Santa -
Colprensa

El Vía Crucis o Viacrucis es una práctica que permite a los fieles meditar sobre la Pasión de Jesucristo, a través de un recorrido espiritual que simula el camino que el hijo de Dios hizo hasta su crucifixión. ¿Sabe cómo rezar cada estación? Aquí le contamos la forma más tradicional. El Viernes Santo es una fecha especial para orar y reflexionar en torno a estos misterios dolorosos, pues es el día que los católicos conmemoran el sacrificio de Jesús.

La manera de rezar el Viacrucis


Primera Estación: Jesús es condenado a muerte.


Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Mateo 27, 22-23.26: «Les dice Pilato: "¿Y qué voy a hacer con Jesús, el llamado el Cristo?". Dicen todos: "¡Sea crucificado!". "Pero, ¿qué mal ha hecho?", preguntó Pilato. Más ellos seguían gritando con más fuerza: "Sea crucificado". "…Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarle, se lo entregó para que fuera crucificado».

Oración: Meditación. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Señor ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.

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Segunda Estación: Jesús carga con la Cruz.


Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Mateo 27, 27-31: «Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la cohorte. Le desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura; y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: "¡Salve, rey de los judíos!". Y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza. Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle».

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Oración: Meditación. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Señor ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.

Tercera Estación: Jesús cae por primera vez.


Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Libro del profeta Isaías 53, 4-6: «¡Y de hecho cargó con nuestros males y soportó todas nuestras dolencias! Nosotros le tuvimos por azotado, herido por Dios y humillado, mas fue herido por nuestras faltas, molido por nuestras culpas. Soportó el castigo que nos regenera y fuimos curados con sus heridas. Todos errábamos como ovejas, cada uno marchaba por su camino, y Yahvé descargó sobre él la culpa de todos nosotros».

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Oración: Meditación. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Señor ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.

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Cuarta Estación: Jesús encuentra a María, su Santísima Madre.


Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Lucas 2, 34-35.51: “Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: "Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y como signo de contradicción. Y a ti misma una espada te atravesará el alma a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones”. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón».

Oración: Meditación. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Señor ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.

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Quinta Estación: Simón ayuda a llevar la Cruz de Jesús.


Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Mateo 27, 32; 16, 24: «Al salir, encontraron a un hombre de Cirene llamado Simón, y le obligaron a llevar su cruz. Entonces dijo Jesús a sus discípulos: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame"».

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Oración: Meditación. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Señor ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.

Sexta Estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús.


Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Libro del profeta Isaías 53, 2-3: «Creció ante él como un retoño, como raíz en tierra reseca. No tenía apariencia ni presencia; (le vimos) y carecía de aspecto que pudiésemos estimar».

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Oración: Meditación. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Señor ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.

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Séptima Estación: Jesús cae por segunda vez.


Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Libro de las Lamentaciones 3, 1-2.9.16: «Soy el hombre que ha visto la aflicción bajo el látigo de su furor. Me ha llevado y me ha hecho caminar en tinieblas y sin luz. Ha cercado mi camino con sillares, ha torcido mis senderos. Ha quebrado mis dientes con guijarros, me ha revolcado en la ceniza».

Oración: Meditación. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Señor ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.

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Octava Estación: Jesús consuela a las hijas de Jerusalén.


Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Lucas 23, 28-31: «Jesús se volvió a ellas y les dijo: "Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos, porque llegarán días en que se dirá: ¡Dichosas las estériles, las entrañas que no engendraron y los pechos que no criaron! Entonces se pondrán a decir a los montes: ¡Caed sobre nosotros! Y a las colinas: ¡Sepultadnos! Porque si en el leño verde hacen esto, en el seco ¿qué se hará?».

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Oración: Meditación. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Señor ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.

Novena Estación: Jesús cae por tercera vez.


Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Libro de las Lamentaciones 3, 27-32: «Bueno es para el hombre soportar el yugo desde su mocedad. Que se esté solo y silencioso, cuando el Señor se lo impone; que humille su boca en el polvo. Quizá así quede esperanza. Que ponga la mejilla a quien lo hiere, que se harte de oprobios. Porque no desecha para siempre a los humanos el Señor. Después de afligir se apiada según su inmenso amor…».

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Oración: Meditación. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Señor ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.

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Décima Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras.


Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 33 -36: «Llegados a un lugar llamado Gólgota, esto es, Calvario. Le dieron a beber vino mezclado con hiel, pero él, después de probarlo, no quiso beberlo. Una vez que le crucificaron, se repartieron sus vestidos, echando a suertes. Y se quedaron sentados allí para custodiarle».

Oración: Meditación. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Señor ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.

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Undécima Estación: Jesús es clavado en la Cruz.


Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Mateo 27, 37-38: «Sobre su cabeza pusieron, por escrito, la causa de su condena: 'Este es Jesús, el rey de los judíos'. Y al mismo tiempo que a él crucifican a dos salteadores, uno a la derecha y otro a la izquierda».

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Oración: Meditación. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Señor ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.

Duodécima Estación: Jesús muere en la Cruz.


Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Mateo 27, 45-50: «Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con fuerte voz: 'Elí, Elí ¿lemá sabactaní?'. Esto es: 'Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?'. Al oírlo algunos de los que estaban allí decían: 'A Elías llama éste'. Y enseguida uno de ellos fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber. Pero los otros dijeron: 'Deja, vamos a ver si viene Elías a salvarle'. Pero Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el espíritu».

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Oración: Meditación. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Señor ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.

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Decimotercera Estación: Jesús en brazos de su Madre.


Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Juan 19, 25: «Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena.»

Oración: Meditación. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Señor ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.

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Decimocuarta Estación: Jesús es sepultado.


Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Mateo 27, 59-61: «José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo puso en un sepulcro nuevo que había hecho excavar en la roca; luego, hizo rodar una gran piedra hasta la entrada del sepulcro y se fue».

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Oración: Meditación. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Señor ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.

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