La estrategia ‘anti-tecnología’ de Pablo Escobar que también le falló a capo holandés

Aunque no utilizaba redes sociales, ni internet, y tampoco mantenía contacto con su familia, las autoridades dieron con su ubicación en Medellín.

En un apartamento de Sabaneta, Antioquia, desde hace cuatro años se escondía Said R., de 48 años, el ciudadano marroquí con nacionalidad holandesa que hacía parte de una de las más poderosas bandas de criminales en Europa.

“Estaba especializado en la conformación de grupos criminales que operaban en el tráfico internacional de clorhidrato de cocaína en los Países Bajos. Según información preliminar orquestó varios asesinatos”, explica el general Jorge Luis Ramírez, director de la Policía Antinarcóticos.

Luego de esconderse en Colombia, aseguran los investigadores, Said no utilizaba redes sociales, ni internet y solo salía de su apartamento por algunas horas y los viernes a una mezquita, por eso fue tan difícil obtener su ubicación.

“Prácticamente nos tocó volver a técnicas como el bloque de búsqueda para la ubicación de Pablo Escobar, ya que este individuo aplicaba mecanismos para esconderse y evadir a las autoridades, no utilizaba medios de comunicación”, agrega Ramírez.

Sin embargo, con agentes de inteligencia de Holanda los investigadores colombianos se enteraron que se escondía en Medellín y fue allí donde se lanzó el operativo de captura.

“Tiene nexos con el Clan del Golfo y eso es una línea investigativa que llevamos nosotros, hace varios años”, señala el general.

Los agentes aseguran que por su peligrosidad el hombre fue trasladado a Bogotá luego de recuperarse de varias heridas que se observan en el video y que cuentan se las realizó cuando intentó escapar lanzándose desde un tercer piso del apartamento donde se escondía.