Habitantes del barrio Gran Granada dicen que se ha convertido en foco de expendio. Mientras videos evidencian la situación, se avanza en decreto para sancionar.
Un video de una cámara de seguridad de este sector de la localidad de Engativá, noroccidente de Bogotá, muestra a tres jóvenes en el parque que, a plena luz del día, esperan pacientes a que un sujeto de chaqueta naranja, sin ningún recato o vergüenza y en segundos, les entregue lo que para ellos sería la dosis diaria.
Inmediatamente, después de la compra y venta, el jíbaro se aleja del lugar sin dejar sospecha.
En otro video se ve cómo varios jóvenes llegan al mismo lugar.
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Según los habitantes del sector, son los mismos que siempre arriban al sitio a consumir sustancias sin importar la presencia de menores en el parque. "No hay ley que los persiga", dicen.
Esta escena es cotidiana a cualquier hora del día.
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“Es un expendio de consumo de drogas, donde vienen muchachos, niños, adolescentes, a consumir drogas ahí y se está volviendo muy peligroso y muy inseguro el parque. Y se ve que, después de estar drogados, salen a robar”, dijo un habitante del sector, que, por seguridad, oculta su identidad.
En un video más, tres jóvenes, entre ellos una mujer, también a plena luz del día y en el mismo lugar del parque, fuman lo que los deportistas que van al parque a practicar aseguran podría ser marihuana.
Lo más impactante y preocupante de esta nueva escena es que uno de los consumidores es un menor de edad.
Precisamente, hace una semana, el Distrito anunció un decreto para sancionar el consumo de sustancias sicoactivas y licor en espacios públicos, pero aún está en etapa de socialización.
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“Tras la publicación de este proyecto de decreto, hemos recibido más de 60 comentarios y solicitudes de la ciudadanía, la mayoría, de respaldo a la iniciativa”, dijo Iván Casas, secretario de Gobierno de Bogotá.
Las peticiones se terminaron de recibir la semana pasada y se espera que en esta se pueda sancionar el decreto para multar a quienes consuman licor y drogas en el espacio público de la capital de Colombia. En caso de que sean menores de edad, las multas las deben asumir sus padres.
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“La medida aplica en todos los parques de la ciudad, más de 5.000, todas las plazas y plazoletas, todos los establecimientos educativos, en entorno de 200 metros de los colegios, jardines y universidades, además de todo el sistema de transporte público”, aseguró el secretario.
La decisión de implementar esta prohibición en Bogotá se toma unas semanas después de que Cali se convirtiera en la primera ciudad del país en hacerlo a través de decreto municipal.
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