Son al menos seis áreas donde están distribuidas las estructuras criminales que se encargan de la comercialización y venta de alucinógenos en la capital.
En la localidad Ciudad Bolívar operan los llamados ‘Pokemones’, ‘Los Gatos’ y ‘Los Aguapanelos’, que se extienden a otras localidades como Bosa, Kennedy, San Cristóbal Sur donde se ubican algunas ollas.
En Santa Fe, donde se tiene detectado el tráfico de cocaína y marihuana, algunas bandas brindan seguridad a las ollas de distribución.
Por último, en el barrio El Codito de Usaquén operan ‘los Luisitos’ y ‘los Pascuales’.
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Autoridades aseguran que los delincuentes están dotados con armas de fuego de largo alcance, motos y carros.