La mayor parte de su negocio estaba en Bosa, Tunjuelito, Kennedy, Ciudad Bolívar y Soacha. Capturaron a 24 integrantes de la banda.
Las autoridades les hicieron seguimiento durante un año y a través de grabaciones evidenciaron que llegaron al punto de instrumentalizar menores para la entrega de la droga.
A esta organización se le atribuyen al menos 10 homicidios.
Entre tanto, en el centro de Bogotá se allanaron 11 viviendas donde se almacenaban y distribuían estupefacientes.
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El seguimiento permitió identificar cómo entrenaban a habitantes de la calle para que transportaran la droga.
Los presuntos delincuentes que fueron capturados tenían ganancias por $6 millones diarios con la venta de estas sustancias.
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