Empleados que todavía cuidan los lotes, donde se suponía que iban a quedar las instituciones, no saben cuál será su futuro y en algunos casos llevan meses sin pago.
Detrás de las obras sin concluir, del material regado, oxidado y de detalles en la construcción que denotan deterioro, está el drama de los trabajadores. A ellos, la firma que iba a construir los megacolegios, también les quedó mal.
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“Me deben siete meses de sueldo y la otra es que me tienen bloqueado la seguridad social porque no me volvieron a pagar y entonces estoy perjudicado inclusive con la salud”, señaló Ancízar Aguirre, afectado.
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Ancízar es el vigilante del lote destinado para la construcción del megacolegio en Caldas, Antioquia, y aseguró que hasta que no le paguen no deja sacar ningún material de la obra.
“Me toca como decomisar ese acero porque yo necesito dinero y estoy bloqueado con la seguridad social”, manifestó.
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A los docentes también les incumplieron, en la Institución Educativa Salinas en Caldas, un pequeño muro se convirtió en la sala de profesores.
“No tenemos sala de profesores, llegamos y nos toca quedarnos acá afuerita a pesar de que haya sol o esté lloviendo y la incomodidad de la salida de los niños, el ingreso de los otros, además de que no tenemos tampoco baños”, relató Claudia Arrubla, docente.
No hay donde meter a tanto estudiante, ni siquiera donde sentarlos. Recursos como el salón de profesores, las bibliotecas o laboratorios son la única opción.
En Antioquia, los megacolegios estaban cofinanciados por la Gobernación, el Área Metropolitana y algunos municipios.En total se iban a construir 54.
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