Hace 12 años, un accidente de tránsito le quitó la posibilidad de caminar a Martín Londoño y la silla de ruedas se volvió su complemento. Con el tiempo, él mismo la transformó en eléctrica y hoy la usa como medio para hacer domicilios.
“Tengo ingenio y yo creo que eso me llevó a crear un producto hecho en Colombia y que pueda beneficiar muchas personas”, expuso.
Accesibilidad, tiempo y trabajo, los principales problemas de las personas con movilidad reducida, dificultades que Martín decidió convertir en fortalezas para volver sus sillas de ruedas eléctricas en un emprendimiento de domicilios llamado Matt.
“Veía muchas personas en la calle en sillas de ruedas vendiendo chicles y cosas como para su supervivencia y yo vi ese común denominador en ellos y la falta de oportunidades está a flor de piel”, comentó.
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Entrega domicilios de restaurantes, hace mandados y vende productos de su propia marca de lencería. Con una canasta, entrega las ventas a sus clientes y les da empleo a las personas con limitaciones en su movilidad.
“La pandemia fue ese empujón que necesitábamos para validar que Matt mandados era una forma posible de monetizar esta idea, de emplear laboralmente a personas que posiblemente han vivido toda su vida en cuarentena”, destacó Simón Echavarría, cofundador del emprendimiento.
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Durante la noche, Martín recorre hasta el 50 por ciento de la ciudad a unos 30 kilómetros por hora. La lluvia es unos de los inconvenientes.
“Desde Bello hasta Sabaneta y pues si tenemos muchas barreras, pero Matt hace que las barreras sean oportunidades”, resaltó.
La fabricación de la silla de ruedas cuesta unos 7 millones de pesos y esperan encontrar un inversionista que impulse el proyecto.
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