Desde hace un par de años atrás, entre los adolescentes del mundo se viene dando una tendencia llamada ‘cutting’ o ‘self injury’, que consiste en cortarse la piel con una navaja u objeto afilado para marcarse el cuerpo, especialmente muñecas y brazos con el fin de buscar un alivio emocional.
Cali no es la excepción, pues los jóvenes de la ciudad aparentemente se están autoagrediendo, muchas veces, por el dolor causado tras dificultades en el entorno familiar.
La Personería de Cali, en cabeza de Andrés Santamaría, denunció estas prácticas en la capita del Valle del Cauca. Informó que en el último mes han podido documentar 14 casos y, en cuatro de estos, los jóvenes han sido remitidos a unidades de salud mental de la ciudad.
“Hemos podido documentar 14 casos de adolescentes que están entre 12 y 17 años con heridas en diferentes partes de sus cuerpos que se realizan de forma repetitiva”, manifestó Andrés Santamaría, personero de Cali.
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En la mayoría de los casos, estas conductas de hacerse daño pueden generarse por cambios de ánimo y problemas de autoestima.
“Entre las causas hay varias, pero es importante saber que las instituciones educativas de la ciudad no saben cómo abordar y hacer acompañamiento sobre este tema. Queremos alertar a las diferentes autoridades a las que les compete este tema a nivel nacional para que actúen y busquen soluciones”, agregó Santamaría.
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La abuela de un joven de 15 años que ha presentado este comportamiento, expresó que hay varios indicios que reflejan esta depresión, ansiedad, estrés, soledad y aislamiento. “Él era una persona extrovertida, conversadora, buen estudiante, hasta que cambió. Se volvió introvertido, callado y si estamos en un grupo familiar, se aísla”.
“Los familiares debemos estar pendientes del comportamiento de los jóvenes, estar pendientes del tipo de prendas de vestir que utiliza, pues cuando se lastiman utilizan camisas manga larga para que sus heridas en los brazos no sean visibles”, agregó la abuela.
Por su parte, la psicóloga Stefany Cortés aseveró que en el contexto escolar y en la mayoría de los casos se ha identificado, como factor asociado a esta tendencia, el vínculo afectivo que se registra en las familias. Es decir, que exista violencia intrafamiliar, padres separados o el inicio de nuevos hogares por parte de cada uno de ellos.
“Estas características en las familias puede producir que estos jovencitos utilicen esta modalidad para alivianar el sentimiento de angustia, miedo o temor. Esto porque, en la mayoría de casos, ellos no tienen la posibilidad de expresar sus sentimientos”, expresó Cortés.
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Además, la Personería ha podido determinar que en redes sociales existen comunidades con perfiles de grupos donde promueven e invitan a los adolescentes a la autoagresión. “Hemos encontrado que hay grupos en Facebook, a nivel nacional, que promueven este tipo de comportamientos utilizando cualquier tipo de elementos cortopunzantes que generan daño en su cuerpo”, contó Santamaría.
“Las agresiones al cuerpo no son adecuadas, generan marcas irreparables. Lo primero que nuestros adolescentes deben hacer es buscar ayuda de la familia y de la institución educativa. Esta situación no se puede asimilar como una conducta personal, ligada al libre desarrollo de la personalidad porque hay una afectación a la integridad física”, concluyó el Personero de Cali.
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