Un drama alarmante encontró un equipo de Noticias Caracol que viajó hasta los lugares en el Guaviare donde hoy están asentadas las comunidades indígenas nukak makú y jiw.
Niños que fuman, consumen drogas o aspiran pegante para calmar el hambre, hacen parte de la cruda realidad.
Pero además, la mendicidad, la desnutrición y las presiones de los colonos hacen de las suyas entre estas dos poblaciones, que deberían estar protegidas, según un fallo de la Corte Constitucional.