Imagen: Alcaldía de Medellín.
Así queda registrado al comparar los datos de una investigación liderada por dos universidades de la ciudad y la Alcaldía.
En 1998 comenzó este proyecto de conservación y protección del Alto de San Miguel, en el municipio de Caldas.
Allí nace el río Aburrá y se origina el sistema montañoso que separa la cuenca de este afluente y la de la cuenca del Cauca. Su área es de 1.622 hectáreas y alberga el 16 por ciento de la biodiversidad reportada para el país.
El Alto de San Miguel es un refugio salvaje de 841 hectáreas donde los viajeros que buscan naturaleza pueden disfrutar de actividades de ecoturismo y avistamiento de aves #MedellínEstáIn #FITUR2018 @Medellin_Travel @TragaViajes @objetivo_viajar @lacosmopolilla @Sinmapa_net pic.twitter.com/nu2Rwl7HeQ
— 🎨 Dɑɳi Keɾɑl (@danikeral) January 21, 2018
Hace 20 años se realizó un primer registro de aves y se contabilizaron 124 especies. Hoy en esta misma área hay 241 especies, lo que significa que se duplicó el número de linajes.
Esta población representa el 12 por ciento de las especies de las que se conocen en Colombia y el 27 por ciento de las registradas en Antioquia.
Las universidades CES y Nacional lideran esta investigación que tiene como propósito reforestar y despertar en la comunidad la responsabilidad de cuidado del medio ambiente y zonas boscosas.
La iniciativa se ha extendido a cerros tutelares, áreas protegidas, fuentes hídricas que abastecen acueductos rurales y urbanos, además del Alto de San Miguel y el Jardín Circunvalar.
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