En el Urabá antioqueño hay temor de los menores de edad ante la posibilidad de ser reclutados por grupos al margen de la ley. Durante una actividad del ministerio de Defensa, un menor dio un significativo testimonio de por qué no iría a la guerra.
Duverney Arcila no tiene más de 9 años, estudia en un colegio público en la zona del Urabá antioqueño y teme vivir la experiencia de otros niños de su región: ser reclutado por grupos armados ilegales.
“Yo le hago mucho caso a mi mamá, no me hago con malos amigos que me pueden llevar a las pandillas, al narcotráfico, yo me considero un niño de casa”, dice el menor.
Durante una actividad de sensibilización por parte del ministerio de Defensa Nacional, Duverney dijo que no haría parte de la guerrilla, la razón, porque es el encargado de cuidar a su hermano que sufre una discapacidad a causa de una meningitis.
“Cuando nos reclutan a nosotros, nos llevan por allá y ya no puedo consentir a mi hermano, acariciarlo y cantarle canciones. Yo pongo una canción y él la canta, yo debo seguir un buen camino porque mi hermano me necesita mucho, él tiene una discapacidad y necesita que yo este con él”.
Con su testimonio, Duverney reflejó el temor de varios niños de esta región. Según las cifras del programa de Atención humanitaria al desmovilizado en 2014, 42 menores se desvincularon de grupos al margen de la ley.
El Coronel Libardo Martín Daza, coordinador del grupo Asesor del Ejército afirma que “a raíz de las intenciones de los grupos al margen de la ley, como son las Farc, el frente 36, el frente 18 y las bandas criminales que históricamente se han encargado de reclutar niños y adolescentes para comprometerlos en el conflicto”.
El Gobierno Nacional adelanta campañas para reducir los índices de menores reclutados, desde el año 2002, se han desvinculado de la guerra cerca de 4.100 niñas, niños y adolescentes.
Updated: abril 06, 2015 06:55 a. m.