Su única retribución fue ver como una tacita de plata el corazón de la ciudad, por donde transitan 1,2 millones de personas a diario. ¡Qué orgullo!
La hora cero para tratar de cambiarle la cara a algunos de los sectores más sucios de la comuna 10 (La Candelaria) era las 8:00 a.m. y el punto de encuentro era el popular Parque de San Antonio.
La Alcaldía de Medellín esperaba allí a un numeroso grupo de ciudadanos que se inscribieron para una inusual propuesta: dedicar su domingo, que quizá para muchos sea el único día de descanso, a limpiar cada rincón del centro de Medellín, el lugar llamado por las autoridades locales como el ‘barrio de todos’.
“Llegó gente de muchos grupos: voluntarios de la tercera edad, del colegio militar, jóvenes. Tenían un mapa donde estaban divididos los grupos y a cada persona nos dieron camiseta, guantes, equipo de limpieza y al grupo nos acompañaba un funcionario de la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), de la Secretaría del Medio Ambiente y del Jardín Botánico”, explicó Sara Loaiza, una de las voluntarias que a pesar de vivir en La Estrella –municipio vecino de Medellín- participó en la jornada.
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Luego de seguir las instrucciones dadas, los voluntarios debidamente uniformados con una camiseta azul y con sus herramientas en mano se regaron por las calles céntricas.
Unos retiraban de los postes los incómodos letreros que anuncian promociones para afiliarse a la seguridad social, otros aseaban las sillas públicas con agua y jabón, otros limpiaban las zonas verdes y hasta retiraban los chicles que algunos transeúntes escupen en las calles.
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“La gente pasaba y nos felicitaba, nos decía que muchas gracias por lo que hacíamos. Aunque un par de borrachitos, cuando limpiábamos las sillas de cemento en La Playa, nos recriminó porque les parecía increíble que en un día de descanso hiciéramos eso”, explicó Sara.
Era una tropa de la limpieza. “Más de mil personas regadas en el centro de la ciudad, no solo de la comuna 10, porque tenemos gente de muchos barrios de la ciudad que se entusiasmaron, porque este es el barrio de todos, les duele el centro, quieren que esté lindo y bonito”, dijo sobre la jornada Pilar Velilla, gerente del Centro de Medellín, entidad encargada de las actividades en esa zona de la urbe por la que transitan un millón 200 mil personas cada día y donde están decenas de centros educativos, el centro administrativo La Alpujarra – donde funcionan el Concejo Municipal, la Gobernación de Antioquia, la Alcaldía y algunos despachos del distrito jurídico regional- y algunos museos.
“Se me aguan los ojos, se me salen las lágrimas, emocionada, de ver mil personas involucradas con el centro”, añadió la funcionaria.
“De aquí en adelante lo pensaremos dos veces antes de botar el chicle al suelo o dañar una banca nueva que se acaba de poner en un parque. Estamos felices y alegres de haberle dado esta mano al centro”, manifestó sobre esta jornada ejemplar que le muestra a Colombia el amor que los paisas tienen por su ciudad, cuyo centro amaneció este mostrando una nueva cara.
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