Estas son enviadas de manera ilegal a Europa, donde su carne es popular. Policías lograron interceptar este cargamento.
El bus, donde estaban las aletas, venía desde La Guajira e iba rumbo al puerto de Santa Marta, donde este producto es bien remunerado.
“Estos elementos vienen camuflados entre otro tipo de mercancías y es allí donde los hombres de la Policía fiscal realizan las pesquisas para evitar el paso”, explicó el coronel Diego Vásquez, comandante (e) de la Policía de Santa Marta.
Dos personas resultaron capturadas en el operativo.
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En el finning, como es conocida esta práctica ilegal, el tiburón es desmembrado y sus aletas se venden en el exterior.
Expertos aseguran que el daño al ecosistema marino es demasiado grande.
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