Un grave problema de hacinamiento se presenta en la cárcel de Santander de Quilichao, municipio del norte del Cauca. Muchos de los detenidos, que ya tienen medida de aseguramiento, duermen fuera del centro penitenciario a la espera de un cupo.
Familiares de los capturados dicen que dejarlos afuera es un trato inhumano, pues deben dormir en el pavimento y hasta hacer sus necesidades en baldes y botellas.
El centro penitenciario tiene capacidad para 220 internos, pero actualmente alberga 533. La mitad de estos hombres ya están condenados.
“No es que uno no quiera recibir los internos o se oponga, sino que el hacinamiento al interior del establecimiento es grave”, manifestó el teniente Francisco Javier Rebolledo, comandante de seguridad de la cárcel de Santander de Quilichao.
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La situación también se vive en las estaciones de la Policía del municipio. Todas están colapsadas por detenidos que deben ir a la cárcel.
“Hay compañeros que necesitan salud y no se las han brindado. Estamos en situaciones precarias, realmente le pedidos una colaboración a los entes de seguridad”, contó uno de los detenidos.
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Las autoridades buscan solucionar el problema trasladando 50 internos de la cárcel a otros centros penitenciarios del departamento.
Por su parte, la Defensoría Regional del Pueblo interpuso una acción de tutela. Un juez de la República falló a favor y ordenó, al Inpec, recibir estos internos lo más pronto posible.