Una vía en Soacha, en la autopista sur a la altura del barrio La Capilla, se convierte cada que llueve en un peligroso arroyo que ha estado a punto de cobrar la vida de transeúntes. Debido al taponamiento del alcantarillado, las aguas bajan por un ducto que no es advertido por quienes allí circulan cuando el tramo se inunda.
Allí han caído en los últimos días peatones, ciclistas y hasta motociclistas. Solo la oportuna acción de socorristas ha impedido que en el lugar se produzca una tragedia.
De acuerdo con el reporte de las autoridades municipales, para poder canalizar las aguas de manera segura y evitar nuevos incidentes se requieren 40.000 millones de pesos, con los cuales hasta el momento no se dispone.